GOLPE DE REVÉS
ALEJANDRO ÁLVAREZ ZENITH
Pocos saben que mi abuelo Jesús Álvarez Quiroz fue de los mejores tenistas mexicanos en los años treinta. Y de lo poco que pude rescatar de su historia fue una victoria en Guadalajara concretamente en las canchas del Circulo Francés sobre Gustavo Palafox, cuatro veces campeón de México y ganador de un punto oficial de Copa Davis sobre Estados Unidos. Pero en esa época el tenis era muy clasista y los que daban clases de tez morena no podían jugar Copa Davis, ni representar a México a menos que hicieran trampa en este deporte.
El hermano de mi padre (Alfredo) me platicó que en Miami peloteaba con María Esther Bueno, única latinoamericana en ganar Wimbledon. Y también me explicó porque perdió finales del Orange Bowl en los años cincuenta ante Charlie Pasarell y Nico Calo después de haber ganado el primer set.
Tengo testimonios de sus victorias sobre Joaquín Loyo Mayo diez veces campeón de México y Marcelo Lara uno de los ocho top 100 ATP de México en su mejor momento, quienes fueron los mejores de su época y por cuestiones de discriminación tampoco llegó a la Copa Davis, pues los méritos los llegó a tener. Incluso de acuerdo con una narrativa del ex Copa Davis Tavo Martínez Rafael Osuna le pidió entrenar con él para llegar afilado al duelo ante Australia en 1969.
Enrique Haro, siendo campeón de México en las década de los años ochenta enfrentó a Alfredo con más de cuarenta años en una final de interclubes y no me dejara mentir el buen amigo Haro, sobre esa victoria de Alfredo que la consigno el diario Ovaciones en la era de Alicia Pineda connotada periodista mexicana.
El que escribe no ganó el torneo del Pavo, pero tuve el honor de entrenar a jugadores que ganaron torneos internacionales de alto calibre a nivel juvenil y puntos de Copa Davis. Hay que decir que se obtuvieron logros utilizando herramientas que se pueden conseguir durante los torneos cuando el dinero no alcanzaba.
Hoy le pido perdón a mi abuelo y tio por creer en gentes como ellos que hoy en día tienen la posibilidad de jugar por México y también por estar convencido que en México hay grandes entrenadores en zona de conford y si se integrarán de lleno harían explotar a más mexicanos en el circuito juvenil que hoy en día México es sede de 30 con puntuación mundial.
Dentro de los ejemplos que se dan incluyendo todas las categorías se nos viene a la Alejandro Hernández, quien fue uno de México. Y luego de situaciones que solo él puede explicar perdió las ventajas que llegó a tener. Pero la semana pasada ganó el nacional de primera fuerza y en la realidad mexicana ya prendió una velita. Y todo porque Javier Gaitán lo mantuvo activo en la AMTP y porque un argentino radicado en México le tendió la mano.
Al igual que en el pasado la grandeza del mexicano no esta en tela de juicio. Me enorgullece que Rodrigo Pacheco sea uno del mundo.
Al ver que un mexicano ya luce en el planeta tuve la inocente ocurrencia de juntar más de 50 mil dólares para el entrenador que logre colocar a un top 5 del mundo a sabiendas de que actualmente hay muchos mexicanos tenistas que vienen desde los 10 años persiguiendo su sueño en lo que algunos definen como proceso.
Yo creo en el mexicano y en un país de más de 130 millones de habitantes hay más talentos y que actualmente muchos tenistas se la están partiendo y me resulta ofensivo de que hay quienes dicen que un mexicano en el top cinco no tiene con que competir, entonces la ocurrencia se traduce a mentira y demagogia o un sueño imposible.
Nuestra más sincera disculpa a Juan Hernández, Norberto Mantiñan, Luis Flores y Sergio Aranzeta por aceptar cada uno poner 250 mil pesos en lo que ya es un reto directo con un millón de pesos al entrenador que se mueva para elevar la competencia interna y así meter a un top cinco. Para muchos esto fue una ocurrencia irreal jamás implementada en el tenis mexicano y posiblemente en el mundo.
Si se diera el resultado no se le pediría nada a cambio al entrenador simplemente se paga y punto, no hay nada que perder y mucho que ganar porque se hablará más de tenis que de grilla corriente y de poca clase . Lo bueno es que la propuesta sigue en marcha a pesar de la cangre-mexicania.
Finalmente, ratifico mi disculpa porque el que suscribe este articulo junto con otros cuatro apasionados tenemos en común lo que se llama una mente ganadora que no es otra cosa que la búsqueda de la superación personal con objetivo retadores, pues a final de cuentas como dijo Antony Quin: “SI LAS COSAS FUERAN FACILES CUALQUIERA LO HARÍA”.