Para el director del Abierto Mexicano Raúl Zurutuza después de la tempestad viene la calma porque primero se pensó que el ABIERTO MEXICANO se jugaría sin gente.
Más adelante se informó que no vendría Rafael Nadal, lo cual fue un gancho al hígado porque ha sido la estrella que ha brillado más.
Pero lo cierto es que la gente se emocionó cuando se indicó que el Abierto Mexicano abrirá las puertas a la gente en un 30 por ciento y aún con los contratiempos se vivirá un buen tenis.