Checos y Serbios en plena lucha por ganar la Copa Davis… Van uno iguales y el dobles será muy importante para el resultado final, a sabiendas de que Tipsarevic esta fuera de combate y que Novak debe ganar dos puntos de singles.

TEXTO OFICIAL DE LA ITF

BELGRADO, SERBIA. Una atmósfera de calma tensa previa a la tormenta de mañana ha presidido la primera jornada de la final de la Copa Davis por BNP Paribas en el Belgrado Arena, donde Novak Djokovic y Tomas Berdych han cumplido los pronósticos situando el esperado 1-1 en el marcador, con sus respectivas victorias sobre Radek Stepanek (7-5 6-1 6-4) y Dusan Lajovic (6-3 6-4 6-3). El dobles del sábado se confirma como el punto decisivo de esta final número 101 de la competición, en la que todo indica que tanto serbios como checos volcarán sus mejores efectivos, con Djokovic obligado a acompañar a Nenad Zimonjic ante la dupla Berdych-Stepanek (16 horas local).

Que “Nole” viajara a Belgrado pocas horas después de coronarse en el Masters de Londres, dejaba clara su intención de que va a hacer todo lo que esté en su mano para aprovechar la “oportunidad histórica”, en palabras suyas, de ganar por segunda vez la Copa Davis para su país. Las 15.500 personas que han llenado las gradas del Arena este viernes han rendido una admiración devota a su héroe nacional en el momento en el que ha saltado a la pista bajo los acordes Fortuna imperatrix mundi del Carmina Burana de Carl Off, en uno de esos momentos indescriptibles que sólo puede regalar una final de Copa Davis.

“Siempre es un privilegio jugar en casa con el pabellón lleno de gente, sobre todo en una ocasión tan especial como una final de Copa Davis. Era importante empezar ganando, para la moral de Dusan y de toda la gente que apoya a Serbia”, ha explicado un Djokovic intratable en este final de temporada, que hoy ha encadenado su victoria consecutiva número 23.

Stepanek responde pero no inquieta

Consciente de que Stepanek multiplica sus prestaciones en Copa Davis, Djokovic ha salido dispuesto a no permitir que el checo volviera a erigirse en el gran protagonista de la final, tal y como hizo el pasado año en Praga. El nº 2 mundial ha arrancado muy efectivo con el saque, cediendo un único punto en sus tres primeros servicios y rompiendo el de su rival en el sexto juego para tomar la iniciativa en el marcador. Pero la resistencia de Stepanek no iba a diluirse tan rápidamente como más de uno aventuraba.

Sólido en los intercambios desde el fondo de la pista y resolutivo en las subidas a la red, el veterano jugador de 34 años restablecía el equilibrio cuando el serbio sacaba para cerrar el primer set, y alargaba el final de la manga hasta que Djokovic conseguía anotársela con un punto magistral, puño en alto, y un pase ganador que colocaba el 7-5.

El final del primer set y el arranque del segundo han deparado los momentos más espectaculares del partido, con un Djokovic exigido, que ha tenido que recurrir de nuevo al servicio para sacar adelante tres pelotas de ruptura en contra. Un break en blanco conseguía minar por fin la muralla de su oponente, al que endosaba 14 puntos seguidos. “Claro que ha sido un partido difícil. Ha jugado bien, aunque ha tenido tres juegos malos. Ha tratado de ponerme presión, moviéndome por la pista. Pero cuando he necesitado sacar bien lo he hecho”.

“Nole ha demostrado que en los últimos meses que es el mejor jugador del mundo ahora mismo. Está jugando con mucha confianza. Yo he intentado llevarle al límite, con diferentes tipos de golpes, pero la manera cómo se mueve en la pista y se defiende es increíble”, se ha resignado un Stepanek que apenas había disputado este año un partido de individuales en la competición.

Dusan Lajovic da buena imagen

Con el 1-0 en el marcador, la afición local ha tratado de llevar en volandas a Dusan Lajovic, sabedora de las escasas opciones con las que partía el joven jugador local de 23 años, ante el reto de enfrentarse a todo un nº 7 del mundo como Tomas Berdych. “Dutzee” ha sorprendido por la entereza con la que asumido su papel de protagonista en una cita para la que no tenía invitación hasta ayer, cuando se confirmó que Janko Tipsarevic no se había recuperado a tiempo de su lesión en el pie.

Con un escaso bagaje de cinco victorias en el circuito, ninguna este año, y sin haber ganado nunca a un top-50, el serbio ha puesto en más problemas de los previstos a Berdych, con un juego sólido desde el fondo de la pista, que a medida que avanzaba el partido se ha convertido en más inconsistente. El nº 1 checo aprovechaba la más mínima oportunidad de subir a la red para atemorizar a su rival, que ha ofrecido una buena imagen a pesar de perder en tres sets.

“Nuestro objetivo era acabar igualados el primer día. He tratado de asegurar el punto para mi equipo que no ha sido fácil porque nunca habíamos jugado y él no tenía nada perder. Jugaba ante su afición y con la ventaja del 1-0 en el marcador. No me ha regalado nada y he tenido que trabajar hasta el final, por eso estoy satisfecho de haber podido ganar en tres sets”, ha reflexionado un Tomas Berdych que volverá a ser protagonista en el dobles de mañana.

Los checos esperan a Djokovic en el dobles

Siguiendo con el guión esperado, el dobles dejará la ensaladera de plata servida en bandeja para quien se lleve el punto. Ni Bogdan Obradovic, ni el improvisado capitán checo Vladimir Safarik, tienen intención de hacer oficial el cambio de nominaciones hasta mañana mismo. El habitual movimiento de los checos, introduciendo en el equipo a Berdych y Stepanek en lugar de Lukas Rosol y Jan Hajek, tiene todos los números de estar acompañado esta vez por la entrada de Djokovic en lugar de Ilija Bozoljac junto a Zimonjic.

El serbio sólo ha disputado dos torneos esta temporada en la especialidad, uno con su hermano Marko, y otro con  el suizo Wawrinka, con quien llegó a las semifinales de Beijing hace un mes y medio. En Copa Davis, no juega por parejas dede hace dos años y cuenta con dos victorias por dos derrotas, siempre junto a Zimonjic. Las dos últimas veces perdieron, una de ellas precisamente ante Berdych-Stepanek en 2010 en la misma pista en la que jugarán mañana en el Belgrado Arena. En aquella ocasión, la derrota sólo puso emoción a una eliminatoria que acabaron ganando los serbios. Mañana, podría valer una Copa Davis.