En México los padres de los jugadores en base a comentarios anónimos que recibimos con el fin de satanizar a los miembros del Consejo Directivo de la FMT con o sin razón porque nosotros no somos tapadera de nadie NO TIENEN DINERO para que sus hijos compitan.
En la década de los años ochenta para aminorar la carga de padres de buenos jugadores SIN DINERO buscamos el uso de canchas gratuitas de un club a cambio de que los jugadores lo representaran en interclubes.
Los que manifestaron no tener dinero NO PAGABAN y el resto que lo podía hacer pagaba una cantidad muy baja en comparación de los que se cobra en entrenamientos comerciales en Estados Unidos y otros lados.
La gran diferencia fue que en esos tiempos solo se contaba en México con pocos torneos internacionales, entonces, hoy en día contamos con muchos torneos para que un jugador adquiera puntos. Tan es así que en un J30 una mexicana fue campeona y un connacional fue finalista.
Si ese torneo se hubiera desarrollado en Texas 34 mexicanos no hubieran invertido para buscar puntos como sucedió en Monterrey. Solo chequen la cantidad de mexicanos que aparecieron, entonces si hay dinero para competir por lo menos en México en la era de las grandes oportunidades, reiteramos comparados con la década de los ochenta.
Por lo menos en los de grado 30 y 60 como habrá poca intervención internacional hay chance de que muchos nacionales aparezcan en un ranking.
En el ámbito profesional si un mexicano gana los challengers que se protagonizan en Puerto Vallarta, Morelos, San Luis Potosí, León sin duda tendrá un buen ranking, pero si en singles pierden en las primeras rondas quedará en duda su preparación.
Bajo este esquema los padres de los tenistas mexicanos de acuerdo a lo que interpretamos del anónimo NO TIENEN DINERO para aprovechar las bondades de un país líder en la organización de torneos de todos los niveles.
De ser así el tenis no será catalogado como fifi y lo que quedaría sería tocar la puerta en la mañanera para que la CONADE en lugar de soltar billete en la organización de eventos tenísticos monte academias a través de los institutos del deporte aprovechando que esas dependencias en su nomina cuentan con preparadores físicos, psicólogos, instalaciones. Solo se tendría que sumar especialistas de tenis.
Si el volumen de los tenistas mexicanos tiene hambre de sacrificio con una preparación gratuita por lo menos mejorarán su condición en los rankings.
Si los directivos mexicanos apestan tanto como se dice, pues mándenlos al paredón. Imagine usted si en Argentina tuvieran el calendario competitivo de México.
