La tenista australiana Ashleigh Barty dejó en el camino a la rusa María Sharapova en los octavos de final del Abierto de Australia 4-6, 6-1, 6-4, primer Gran Slam de la temporada.
Barty es una jugadora con el tenis que distingue a los australianos, pues maneja con mucho arte el revés cortado con un toque de bola impresionante, puesto que sale de apuros con mucha facilidad con globos perfectos y presiona atacando la red con mucha efectividad.
Cuando la vimos nos recordó de inmediato a Evonne Goolagong, quien manejaba el slice con una maestría similar a la que se le vio a Ken Rossewall, quien llegó a la final de Wimbledon con 40 años en 1974.
La veloz australiana buscará el pase a la semifinal ante la checa Petra Kvitová con la ventaja que representa ser local.