El búlgaro Grigor Dimitrov antes de las dos de la tarde estuvo entrenando en la cancha central con Manuel Sánchez, mientras esto sucedía una dama estaba practicando la entrada de los jugadores en el audio y como diez veces menciono el nombre de los protagonistas, lo cual cansa.
Grigor de 22 años siguió pegando fuerte hasta que llegó la hora de cederle la cancha a Alexandr Bogomolov, quien le dijo hola a Manolo y luego estrecho la mano del búlgaro.
La verdad es que el calor esta pesado en el bello puerto, pero estos colosos de la raqueta están acostumbrados.