Las enfermedades contagiosas han sido un gran negocio para la industria farmacéutica como se conoce hoy en día, pues antes los hierberos en condiciones modestas salvaban vidas apoyados en el poder de la naturaleza.
La protección del siglo XX fue el Condón y la protección del siglo XXI es el cubre bocas. El primero evita que los órganos genitales tengan contacto directo y el segundo ayuda para evitar la transmisión por la saliva y los que se cuidan evitan el beso.
Dos protecciones que generan en mentes sucias morbosidad, pero que han sido el terror de la humanidad en diferentes tiempos.
En su momento promovimos el uso del condón porque el tenista joven viaja por el mundo y el significado de la sexualidad varia muy en cada país. Ahora promovemos el uso del cubre bocas porque si no se acata esta medida habrá infectados y se corre el riesgo de la cancelación de torneos.
Es importante generar conciencia en los infantiles del uso del cubre bocas.