Santiago González es recordado como el único mexicano en ganar una ronda en el Abierto Mexicano con sede en Acapulco. Lo que se dice poco fue que le ganó a otro mexicano que en este caso particular fue Daniel Garza. AMBOS RECIBIERON WILD CARD
Esta semana Jorge Haro cabeza del challenger de Mérida le concedió wild card a puro jugador mexicano, lo cual ratificamos que debe ser tomado como ejemplo por el resto de los directores que tienen a su cargo una justa similar porque es muy positivo para un país que organiza todo tipo de torneos, pero que actualmente en la rama varonil no tiene jugadores bien posicionados.
En los ATP de México se le concedió wild card al tenista argentino Diego Schwartzman y tenga la seguridad de que para el aficionado común no es tema decir que perdió en primera ronda en los dos torneos. Entonces uno se pregunta porque no se le da esa oportunidad a un nacional, a sabiendas de que de 2001 a la fecha en Acapulco no se ha detectado a un nacional que le gane a un extranjero.
El único que ganó una ronda a un extranjero en un ATP en México fue Alex Hernández en Los Cabos. Desde ese momento al parecer no se enfocó y hasta ahora está reaccionando.
A partir de ahí los que saben de tenis han dicho que la FMT no hace nada. Lo cierto es que actualmente en desarrollo México tiene un paraíso competitivo en justas para menores de 18 años que son de gran importancia para la ITF.
De tal forma que todo se resume a entrenamiento y competencia. En México es jugador sin salir del país con los puntos que hay en juego puede meterse en los primeros 100 de la ATP, entonces hay que ganar los torneos y cuando un jugador lo gane nadie le dará crédito a una asociación, club o federación, sino a las personas que en el día a día trabajan con el tenista.
Pero cuando no se da el resultado se pone de justificante a directivos que definitivamente salvo honrosas excepciones no tienen la menor idea de lo que representa un entrenamiento en cancha, pues su función se basa en la gestoría al igual que un promotor para hacer rentable un evento tiene que darse a la tarea de gestionar patrocinios.
Si los 27 mil dólares que recibió Schwartzman en los ATP mexicanos se le hubieran dado a un nacional tenga la seguridad de que en nuestra realidad aquí expuesta representaría una gran ayuda.
Esperamos que a lo largo de la temporada los jugadores sean cobijados por los directores de justas sobre todo de los que reciben dinero gubernamental y que aprovechen la oportunidad. Y si no seguramente les quedará muy claro que se tienen que hacer rectificaciones tanto en sus golpes como en la estrategia.
