Por Alejandro Álvarez Zenith
Hay jugadores que no se volverán a ver, por lo menos para que los que tenemos vida en este momento y que somos mayores de 50 años.
Uno de ellos es Rafael Nadal porque este jugador ya ganó 80 campeonatos y va por uno más en Madrid. Pero lo más sorprendente es que ya ganó 11 veces el Roland Garros y si lo vuelve a hacer habla duplicado los cetros que capturo Bjorn Borg.
Aún así cuando Nadal cuelgue la raqueta su fama sonara por algunos años y llegara el día que los infantiles no sepan quien es como ya sucede con Andre Agassi y Pete Sampras, dos colosos estadounidenses que hicieron época.
Aclaro que los que gusten de las estadísticas siempre tendrán en su cabeza los nombres de los grandes de todos los tiempos como Rod Laver, dos veces ganador de los cuatro grandes en el mismo año (1962 y 1969).
También Roy Emerson, mismo que fue el primero en llegar a once cetros de grand slam previo a la era abierta del tenis. Y que decir de Roger Federer que llegó a 101 coronas con 20 grand slam de respaldo.
Agassi llegó a ser el mejor del mundo y su record no es nada despreciable porque conquisto 60 torneos y ocho grand slams. Este jugador jalaba mucha gente y tuvo el gusto de verlo enfrentar a Jimmy Connors, quien aún es el papa de los grandes porque acredita 109 campeonatos de singles.
Por todo lo expuesto en las ultimas siete décadas el tenis ha vivido una evolución impresionante y puedo decir que los cincuentones alcanzaron a ver a todos los irrepetibles.