Una de las historias más impactantes del tenis mexicano la comenzó a escribir Juan Hernández con su entonces pequeño hijo Juan. Esa historia provocó que se hablara en el desayuno, comida y cena de tenis porque estuvo enmarcada con logros dentro y fuera de México que contagiaron a todos los miembros de la familia, la cual es la más ganadora de este país.
Queda claro que el tiempo pasa y con el cambio generacional el que escribe y cualquier ser vivo no pasará de ser un recuerdo de aquellos con los que tuvo contacto. Y el hecho de que los juanes puedan darse un simple abrazo resume lo aquí expuesto. Los que entienden la profundidad de un tema terrenal tienen claro que la sangre supera cualquier circunstancia en el entendido que al más allá nadie se llevará ni un grano de arena.