GOLPE DE REVÉS
ALEJANDRO ÁLVAREZ ZENITH
Juan Hernández Salas fue parte de una generación de tenistas mexicanos que surgieron posterior a la era gloriosa de Raúl Ramírez. Al igual que cualquier jugador de la época que me digan compitió en los torneos federados y ganó el Campeonato Nacional Abierto en 1982.
Es cierto que le ganó a los mejores de su tiempo y de acuerdo a lo que comentó Jorge Lozano se retiró con mejor ranking que sus contemporáneos mexicanos porque se vio obligado a trabajar para sostener a su familia.
Compitió en justas de Grand Slam y es conocido dentro y fuera de México por su buen tenis y victorias de impacto a nivel juvenil y profesional. Este hecho hace posible que tenga contacto con gente del medio de diferentes épocas y sea el receptor de lo que se piensa de la FMT al ser parte de la institución.
Ya es una tradición en la cultura tenística mexicana señalar a los directivos de la FMT de corruptos y mucho se debe a que por años muchos tenistas se retiran con el sello de victimas porque consideran que no recibieron la ayuda para triunfar porque es muy caro competir en diferentes países.
Otros han sabido vivir del tenis y cuando no están en el poder buscan la manera de atacar para tumbar y posesionarse. Estas conductas se vienen arrastrando desde que tenemos memoria.
Hernández es un tenista que tiene con qué moverse, entonces, al recibir el llamado de tenistas ajenos a los integrantes de un Consejo Directivo sin antecedentes tenísticos de alta competencia le demandan transparencia y este a su manera lo transmite en una época en la que se goza del mayor calendario competitivo de la historia, lo cual pone a prueba la capacidad de respuesta del entrenador y jugador. Y de esa parte se habla poco.
En Wimbledon se detecto en la tele a Juan en el Palco Imperial y en el US OPEN en el palco de Taylor Fritz en el duelo que lo llevó a la final, eso prueba lo que decimos de su persona, entonces no tenemos duda de que se buscará la manera de calmar los ánimos y dejar la base para que los ataques injustificados sean puestos en el área jurídica de la institución, pues el que calla otorga.
Hoy en día Juan es el presidente de la ATJ en una de sus mejores épocas porque una mente evolucionada logró antes de que se escribiera la historia que se diera la unidad entre el directivo y el promotor estableciendo rutas de éxito que ni ellos imaginaron y eso que les gira la cabeza.