Recuerdo la serie que jugamos en contra de La Unión Soviética en el año 1989 en el Club Alemán de la ciudad de México. Toño Palafox fue nuestro capitán y era toda una novedad para nosotros. Yves Lemaitre (quepd) dejó el puesto y nos encontramos con una figura indiscutible del tenis nacional y mundial, ganador de Wimbledon y del US OPEN en dobles y además que había sido entrenador de otro figurón como lo fue John McEnroe.
Yo conocía la trayectoria de Toño por sus hermanos Rosa, Luis y Juan José, ya que conviví mucho con ellos desde chico. Víctor y Ramón, hijos de Juan José, fueron compañeros de innumerables batallas y junto con Víctor ganamos algunos campeonatos nacionales en nuestra etapa juvenil.
Toño, una persona muy conocedora del tenis y al mismo tiempo muy reservada. También era algo difícil para él ser nuestro capitán ya que no nos conocía y en ese momento éramos las “estrellas” del equipo y con personalidades muy diferentes. Nuestro equipo se defendía muy bien en Copa Davis y cuando se trataba de jugar en la ciudad de México, nos podíamos enfrentar al tú por tú con cualquier equipo
Veníamos de jugar contra España en Marbella y perdimos en apretado duelo 3-2. Entonces nos estábamos jugando la permanencia del Grupo Mundial en contra de los guerreros soviéticos que llegaron a ocupar importantes puestos en el ranking de la ATP: Andrei Chesnokov #9, Andrei Cherkasov #13, Alexander Volkov #14 y el doblista Andrei Olhovskiy #6 ATP en dobles.
Nuestro equipo que tenía ranking ATP bastante decente, estaba compuesto por Leonardo Lavalle #51 y #23 en dobles, Jorge Lozano #51 y #4 en dobles, Agustín Moreno #120 y #40 en dobles.
La serie estaba bastante complicada y todos lo sabíamos. Era el debut de Toño Palafox como capitán y dado que se jugaba en México teníamos mucha chance de ganar. Para el público de México, quizás el único jugador del cual se hablaba era Andrei Chesnokov por sus grandes resultados en el TOUR, especialmente al haber alcanzado las semifinales en singles ese año en Roland Garros.
La realidad era que nosotros conocíamos a todos los integrantes del equipo soviético y nos tuvimos que preparar a conciencia para esta serie ya que sabíamos que todos eran muy buenos. Fueron 22 días de preparación, la cual siempre nos venía bien ya que era como una pretemporada, en la ciudad de México, con las comodidades que nos brindaba el club alemán, además del equipo multidisciplinario que se había convocado. Jaime Delgado, nuestro Psicólogo Deportivo, también estuvo presente y en lo personal me ayudó mucho en esa serie
Recuerdo que Toño tenía mucha paciencia con nosotros y nos daba muy buenos tips, especialmente en la estrategia a la hora de jugar sets. Siendo yo de Guadalajara, tuve más acercamiento con él y le ayudaba con todo lo relacionado a la serie. También esto me sirvió ya que aproveché para tratar de aprender más de él e inclusive después de esta serie lo vi en varias ocasiones en su Club en Nueva York, en donde iba a practicar en preparación para el US OPEN y otros torneos cerca de ahí.
La serie fue favorable para nosotros y prácticamente la jugamos Leo y un servidor al ganar los tres primeros puntos y así definir la serie a nuestro favor. El resultado final fue 4-1 y nos quedamos en el Grupo Mundial para el siguiente año.
Esa victoria significó mucho para mí ya que tuve varias lesiones ese año y mi confianza había bajado. Toño me dio la confianza necesaria para dar todo en esa serie; para prepararme de una manera muy profesional para jugar los tres puntos y las victorias que tuve sobre Chesnokov y Cherkasov en singles y sobre Volkok y Olhovskiy en dobles, fueron determinantes en mi carrera.
Desde acá le agradezco mucho a Toño por haber aceptado ser nuestro capitán en la Copa Davis, por enseñarme varios trucos en el tenis, enseñarme a fortalecer mi juego de red y mejorar mi juego de fondo.
Gracias Toño por estar ahí cuando más lo necesitaba!!
