Muchos tenistas sobreviven en el circuito juvenil y profesional apoyándose en la buena voluntad de personas buenas que les abren su casa al estilo de un concepto hotelero que se dio a conocer como “todo incluido”, es decir alojamiento y alimentos incluidos. En algunos casos se puede sumar la transportación.
Un personaje que disfrutó en grande recibir jugadores en su casa es Jorge González, quien también ha sido anfitrión en su hogar de presidentes de federación, promotores, reporteros, ex campeones de México y más.
Su pasión por el tenis dio como resultado la creación de una habitación con historia que fue decorada al estilo de una cancha de tenis. Eso lo puede constatar Juan Hernández y Norberto Mantiñan.