Alfredo Álvarez, amigo y rival de Joaquín Loyo Mayo, lo describió como un tenista tranquilo y calculador, “las seis veces que nos enfrentamos fueron duelos muy duros. Recuerdo que me ganó tres veces y le gane tres veces Nos faltó jugar el desempate y no puedo creer que haya fallecido”.
Para Alfredo una cualidad de Joaquín fue que “leía bien la pelota, utilizaba tu fuerza y descontrolaba porque era zurdo. Su rapidez le ayudaba a cerrar puntos en la red”.
El jugador del Club Reforma lamentó su fallecimiento, “lo que puedo decir es que la vida se va rápido y simplemente se nos adelanto”.