Los tenistas mexicanos que entrenan para competir en justas ITF y profesionales deben ser muy respetuosos con los entrenadores y fuera de la cancha ser amigables. En lo tenístico la cancha mide 23, 77 de largo por 8, 23 de ancho y es muy importante entender como se maneja el juego en esa superficie.
El jugador tiene que tener clara la devolución del servicio y el inicio de la jugada con el servicio. En lo que toca al J30 con sede en Chihuahua Guillermo Narcio está en la final de singles y con Mauricio Schtulmann ya ganó el dobles.
Reiteramos que Juan Hernández, Norberto Mantiñan, Luis Flores y Sergio Aranzeta, aceptaron donar cada uno un cuarto de millón de pesos al entrenador que logre colocar a un top 5 del mundo en el ranking ITF en la presente temporada. Suena imposible, pero sirve para que el tenista mexicano piense en grande, lo cual no afecta a nadie.
Pero que tal si uno se destapa y lo logra… Nada esta escrito.