POR ALEJANDRO ÁLVAREZ ZENITH
En la gráfica aparecen cuatro personas que aceptaron apoyar con un millón de pesos al jugador que rompiera la barrera de los top 5.
En el transcurso de estos meses y con el único afán de buscar alternativas que ayuden al tenista mexicano estamos desarrollando el tema del desplazamiento en altura y a la vez aprovechar que Dunlop es la pelota oficial de la FMT para que su tecnología le de vida a una pelota que ajuste para que se genere mayor intercambio en altura con colocación a través del golpeo del jugador
ALTERNATIVAS QUE PODRÍAN SUMAR
En los últimos años, luego de la aparición del español Rafael Nadal muchos aficionados comentan el poderío físico de las grandes estrellas del circuito mundial.
Pero antes de Nadal se habló mucho de Ivan Lendl, quien comenzó a ventilar el trabajo que hacía para sobresalir como uno del mundo a finales de la década de los años ochenta y en la versión femenil el ejemplo fue Martina Navratilova, bajo un sistema comunista.
Es importante entender las causas que ayudan para el buen desplazamiento de un jugador. En cancha lenta se dan peloteos largos con colocación de pelota, eso hace posibles intercambios castigados que obligan a los rivales a recorrer la cancha, pues tienen la ventaja de llegar plantarse y golpear con colocación.
Incluso los organizadores de Wimbledon hicieron cambios para provocar un mayor intercambio en el peloteo, pues anteriormente los sacadores tenían una gran ventaja para definir los puntos en la red.
Lo aquí expuesto traducido a la realidad mexicana nos hace razonar que la mayor parte de la iniciación de jugadores se origina en ciudades altas. Y de inmediato recordamos la serie México vs. España en la que, Luis Herrera le dio el punto a México venciendo en el quinto punto a Alberto Berasategui jugando agresivo.
Paulatinamente el tenista mexicano que se desarrolla en altura fue perdiendo su identidad porque los entrenamientos salvo honrosas excepciones se enfocaron en el fondo de la cancha y esto se debe a que entrenadores formados en otras realidades impusieron su forma de pensar en nuestro país.
La forma más lógica para ajustar al tenista mexicano al fondo de la cancha en ciudades altas donde el viaje de la pelota es más rápido es en desarrollar mayor rapidez en los desplazamientos, en consecuencia, implementar el trabajo artificial porque en los torneos que se llevan a cabo en San Luis Potosí, Jalisco, Estado de México, Querétaro y Puebla que son los que otorgan mayor puntuación para ranking es raro ver intercambios largos con mucha colocación basada en ángulos.
En dichos estados se puede pasar pelotas y de repente sorprender. De tal forma que hay diferentes formulas para desarrollar un trabajo de piernas y los tenistas con dinero pueden formar un equipo de dos buenos peloteros o sparrings y un coach asesorado por un técnico de velocidad y así en aproximadamente hora y media se habrán intercambiado un promedio de mil 500 golpes con pelota viva.
Otra alternativa es que el coach con una canasta grande lance pelota de lado a lado de la cancha, en ambos casos debe haber un tiempo de recuperación cuando se superan los diez golpes, pero antes de todo un medico deportivo y general tendrá que haber brindado un examen que determine la capacidad de respuesta del jugador para que se convierta en atleta.
Definitivamente no minimizamos la importancia del preparador físico, pero aquí el tema es de desplazamiento y queda claro que si te atreves a escalar una montaña alta sentirás la falta de oxígeno, pero la adaptación adecuada a la altura ayuda a generar mayor oxigenación con las técnicas adecuadas de las cuales comentaremos en otra ocasión.
En resumen, si el objetivo es formar tenistas de fondo en altura hay que desarrollar velocidad para alcanzar la pelota con mayor efectividad en tiempo y forma. Nosotros recomendamos recuperar y combinar el juego agresivo con el de fondo para que el jugador sea más completo y no se vea obligado, si tiene talento, a refugiarse en dobles como una opción para sobrevivir en el circuito soportado en su talento.
