FOTO PROPORCIONADA POR DON RAÚL RAMÍREZ FUNKE
POR ALEJANDRO ÁLVAREZ ZENITH
Hace 43 años comenzó a brillar el gran Raúl Ramírez, un jugador que conquistó a lo largo de su carrera 18 torneos de singles y 60 de dobles. Este hombre esta a la altura de los mejores jugadores de la actualidad, pues se dio el lujo de vencer a los mejores del mundo y en el ’73 nada más superó a Jimmy Connors y Bjorn Borg, dos de los tenistas más grandes en la historia del tenis mundial.
Los infantiles y juveniles no deben de olvidar a este mexicano ganador porque fue un grande al que el sistema dejó en el olvido. Ramírez por su grandeza debe ser homenajeado por el sistema y mientras esto sucede en RESPUESTA DEPORTIVA si le rendimos este reconocimiento.
CRÓNICA DE LOS HECHOS
1973 fue un año muy importante para el tenis profesional mundial. Se le dio vida al ranking mundial como se conoce actualmente, doce meses después del nacimiento del ATP. La suma de puntos le dio la jerarquía a cada jugador y con ello fueron sembrados en los torneos en un sistema muy similar al que se conoce actualmente.
Ese año un tenista mexicano, Raúl Ramírez, intervino en 19 torneos puntuables con resultados sorprendentes, pues a través de un buen tenis y asesorado por maestro George Toley venció a grandes jugadores y obtuvo dos títulos de gran importancia en su prometedora carrera, sobre todo porque tan solo tenía 20 años de edad.
Salt Lake City, se desarrolló en los primeros días de mayo. Raúl escogió ese torneo para iniciar su temporada y la verdad es que le fue muy mal al caer en la primera ronda ante el checo Jiri Hrebec, quién le impuso un 6161 qué le dejó amargo sabor de boca.
Raúl recibió la oportunidad de intervenir en el main draw del Rolan Garros. La invitación relata Alfonso Ochoa, quien fue semifinalista en dobles de esta justa con Toño Palafox en la década de los sesenta, se debió porque Raúl en Copa Davis le ganó a Tom Gorman, entonces «Raúl le pidió a Yola que hablaran con Pierre Darmón, director del torneo para que le dieran un wild card y este aceptó».
La decisión fue la correcta porque Raúl tuvo un arranque sensacional al vencer por 6-4, 7-6 al tremendo estadounidense Jimmy Connors que tuvo desde ese entonces la cualidad de pelear cada punto.
Inexplicablemente Raúl bajo su desempeño en segunda ronda y fue eliminado por el australiano Phil Dent al son de 6-2, 6-1.
Al respecto Ochoa justificó la derrota al decir que el australiano «era muy bueno en singles y en dobles, para mi no fue sorpresa porque Raúl aún no tenía mucha experiencia en justas de Grand Slam».
Luego se trasladó Alemania para concursar en el torneo de Berlín y desafortunadamente le fue mal al sucumbir ante el germano Atila Korpas.
Para cualquier jugador competir en Wimbledon es lo máximo, puesto que es el torneo más importante del mundo por su historia y tradición. Raúl en el cuadro principal no pudo hacer mucho ante el italiano Pietro Marzano, quién lo derrotó por 6-3, 4-6, 6-2, 6-2.
En Suecia, Raúl se inscribió en el Torneo de Bastad y se enfrentó el chileno Jaime Pinto Bravo. El resultado le fue negativo al mexicano por 4-6, 6-4, 7-5. La moral estaba por los suelos, pues Raúl desde entonces fue un jugador con una mentalidad muy ambiciosa y totalmente ganadora.
Concluida su gira por Europa, el chamaco de Ensenada retorna a los Estados Unidos y se traslada a Washington y es sorprendido por el sudafricano Andrew Pattison Ford por 6-2, 6-1. Realmente el marcador nos indica que fue una paliza, ya ante tales condiciones no había otra que seguir adelante y buscar mejores momentos.
A muchos les extraño qué Raúl decidiera volver a Europa y fue en Austria, concretamente en el Torneo de Kitzbuehel dónde encontró la consagración, pues se llevó el campeonato.
Las víctimas fueron: Bjorn Borg, Patricio Cornejo, José Edison Mandarino, en semifinales superó al mexicano Marcelo Lara y en la final al zurdo de oro Manuel Orantes.
Los periódicos nacionales resaltaron lo hecho por Ramírez en la tierra que vio nacer al dictador Adolfo Hitler.
Posteriormente en los torneos Louisville y Cincinnati, Raúl tuvo descalabros ante Frank Froheling III y Roscoe Tanner, pero el valeroso mexicano siguió trabajando y su recompensa se dio cuando alcanzó la final en Indianápolis. Cabe decir que fue el español Manolo Orantes el monarca.
Con la mira en el US OPEN, Ramírez fue a Montreal y le ganó el experimentado inglés Mark Cox. Llega a Nueva York para vencer al ibero Antonio Muñoz, al checo Jiri Hrebec y no pudo con el experimentado Cliff Richey de 31 años.
En el torneo de Los Ángeles, justa en la que el mexicano inició su carrera en 1970, tuvo una actuación decorosa al alcanzar la final dejando fuera del certamen a estadounidenses de nombre como Ferd Mc Nair IV, Roscoe Tanner, Arthur Ashe, Charlie Pasarell. En el match definitivo perdió con Jimmy Connors 6-4, 6-2, pero demostró que estaba listo para alcanzar la gloria.
Estando en el torneo de San Francisco venció a Pancho Walthal y sucumbió ante el pasa pelotas Harold Solomon, un jugador con el que en años siguientes iba a sostener partidos históricos.
Vuela a Japón y deja en el camino al australiano Syd Ball y el sudafricano Cliff Drysdale, poseedor de un revés plano y certero descifró su esquema de juego para victimarlo. Preparó maletas y directo a la India donde le ganó al australiano Fred Stolle, pero en la semifinal se topo con la estrella local Vijay Amritraj y perdió en una batalla que se definió 8-6 en el quinto set.
En Teherán el gallardo mexicano simplemente se vio espectacular tomando desquite del chileno Jaime Pinto Bravo, el australiano Fred Stolle, el rumano Illie Nastase, el croata Zelijko Franulovic y cerrando con broche de oro doblegando al australiano John Newcombe al son de 6-7, 6-1, 7-5, 6-3.
Nuevamente la prensa mexicana reaccionó con espacios importantes porque se trató de la segunda coronación de un mexicano en el naciente circuito ATP. Vale mencionar que ese año Nastase quedó de uno del mundo.
De Iran a Hong Kong. Raúl estaba cansado porque no es fácil cumplir con un calendario de 19 torneos y ese fue el número 18, aún así le ganó a los australianos Ashley Cooper y John Barttlet. El puertorriqueño nacionalizado estadounidense Charlie Pasarell le cortó el paso por 6-2, 7-6.
La última parada se dio en Sydney y fue el australiano Rod Laver, único ganador de dos grand slam en 1962 y 1969 el que lo eliminó por 6-0, 7-5. Seguramente Ramírez le tuvo respeto en ese match, pero más adelante vendría su desquite.
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