En el diario acontecer de la vida nacional existen referentes en el deporte, en la política, la música, el arte. Uno de ellos es Ricardo Carreón, quien en la década de los 60 hizo sonar su voz en los oídos de las mujeres más hermosas de México con canciones como: Magia blanca, Lágrimas de cristal, Creo estar soñando, y muchas más. Ricardo, quien es apodado como “El Güero”, la mayor parte de las semanas se traslada a la Avenida Mariano Escobedo con destino al Centro Deportivo Chapultepec donde practica el deporte de sus amores que es el tenis, con un grupo de amigos que en este medio son Eduardo Menchaca, Rolando Rosetti, Conrado Robles y otros.
Este grupo de amigos fieles al Güero, en los momentos de nostalgia seguramente se dan tiempo para recordar esos años maravillosos de nuestro querido México, pero para mantener ese vigor, agarran la raqueta y sobre las canchas de arcilla del Centro Deportivo Chapultepec, juegan singles, dobles y si hay oportunidad, mixtos.
Ricardo, un tanto pensativo al cuestionamiento que se le puede hacer y atento a dar una respuesta sensata y certera, recordó los años 60 dentro del mundo de tenis, pues actualmente pocos saben que tuvo un alto nivel competitivo para ser parte de la selección para Copa Davis, compartiendo vivencias con grandes monstruos del tenis mundial, siendo un caso puntual, Rafael Osuna, Antonio Palafox, Pancho Contreras y el recientemente desaparecido Mario Llamas, quienes en conjunto, en 1962 alcanzaron la gloria al haber llegado a la final de la copa Davis, un hecho inédito en la historia de nuestro tenis.
Ricardo, de su ronco pecho, al hacer referencia a lo mencionado dijo lo siguiente:
“yo practicaba tenis diario con Gustavo y Antonio Palafox, y el “Pelón” Osuna me apostaba discos de larga duración de aquella época, de 33 revoluciones y como me ganaba mucho, le tuve que dar como 15 discos”.
Esos recuerdos le generan alegría porque “yo nací en el Centro Deportivo Chapultepec, desde muy pequeño me dio clases “El Pajarito Reyes”. Mi primer torneo fue contra Pancho Contreras, jugué mucho aquí, pero como a los 18 me fui a Veracruz una temporada y lo dejé. Luego entré al mundo de la música con “Los Hermanos Carreón”.
Seguramente, Carreón recuerda grandes eventos tenísticos que se desarrollaron aquí, como los Panamericanos, en la última edición de 1968, en la que Joaquín Loyo Mayo venció en la semifinal al estadounidense Arthur Ashe, quien ese año conquistó como amateur y profesional el Abierto de los Estados Unidos.
El “Pelón” Osuna aprovechó esa coyuntura y logró coronarse por primera vez; al respecto, Carreón comentó:
“Era el torneo internacional más importante de Estados Unidos y Europa; a mí me tocó jugar con Sergio Tacchini, y estando ganando me dijo Pancho Contreras, que lo iba a echar a perder… y perdí”.
En lo referente a lo juvenil el primer internacional también se discutió aquí y en 1971, un chamaco que trascendió a nivel internacional, Raúl Ramírez, fue el campeón. Los dirigentes del Centro Deportivo Chapultepec no le dieron seguimiento a este torneo y en 1976 surge la Copa Internacional Casablanca, la cual sorpresivamente desaparece y vuelve al escenario del Chapultepec, a través del Abierto Juvenil Mexicano.
Ricardo, mejorando en su humor, sonriente, dio su opinión acerca de lo que está pasando en el 2015, con la presencia de exponentes que al paso de los años, sin duda, serán figuras del circuito profesional.
“Me parece importantísimo lo que está pasando, ya que hace mucho que no veíamos torneos internacionales como éste, y venimos para conocer a esas figuras, representantes de un tenis diferente, con nueva velocidad, nuevas estrellas”.