Muchos aficionados nos han preguntado el por qué el tenis femenil en México detonó muy fuerte.
Parte de esta historia se las puedo contar porque en Jalisco se tomó la decisión de organizar un WTA K125 en lugar de un challenger. La organización fue de alto nivel con una cobertura periodística que superó todas las expectativas y eso llamó la atención, sumado al reporte del representante de la WTA.
Posteriormente el torneo de Acapulco decidió no continuar con el WTA que venía organizando desde el 2001 y que inició como exhibición en el Club Alemán de la Ciudad de México.
Gracias a la intervención de Gustavo Santoscoy en alianza con Octagon el 250 continuó en México con resultados sorprendentes en organización, difusión, ya que se consignaron todos los encuentros, aunado a que la burbuja de covid fue excelsa.
De tal forma que la WTA le dio la sede del torneo de Maestras a Santoscoy y este vuelve a sorprender al mundo con entradas espectaculares.
El trabajo de Gustavo o la semilla sembrada por Gustavo no solo provocó con brios renovados por el interés por torneos de mujeres en México de parte de aficionados, sino que se darán anuncios importantes en las siguientes semanas por el florecimiento de más justas en el norte y sur de México (Tampico y posiblemente Cancun). Gracias Gustavo.