Es estadounidense de origen zacatecano Ernesto Escobedo aparece este lunes en el casillero 55 dentro de la carrera de campeones, la cual determina lo que hace un jugador en lo que va de la temporada en el circuito mundial.
De tal forma que Escobedo, quien definitivamente es un tenista de sangre mexicana que tiene novia mexicana y que come tortillas y frijoles al igual que cualquiera de nosotros ya está a la altura de lo que fue en su momento Leo Lavalle, Jorge Lozano, Pancho Maciel y Luis Herrera, luego de haber llegado a la semifinal del torneo de Houston, dotado con más de 600 mil dólares.
La pregunta que muchos se hacen es el por que un mexicano si se pudo formar en Estados Unidos y porque en México hay una sequía desde el 9 de noviembre de 1992, año en el que, Luis Herrera fue 49 del mundo.
Hay muchos factores que influyen para el desarrollo de un tenista, pero lo que sucede en nuestro punto de vista, sin que nuestro comentario sea interpretado como una verdad absoluta, tiene que ver de entrada con la falta de un programa serio que contemple la competencia internacional, una buena preparación de promesas desde la base y erradicar una política que han sabido ejercer unos cuantos fuera de la cancha.
Recuerdo que Pancho Maciel intento poner una base mexicana en España para que nuestros juveniles pudieran competir en Europa. Lamentablemente en ese tiempo Pancho no tuvo apoyo de CONADE a través de Nelson Vargas y el futbolista Carlos Hermosillo.
En el inicio de la gestión de nuestro amigo don Gastón Villegas se le presentó un programa sencillo en el que se contemplaban giras a Sudamérica, Europa y Estados Unidos, en las que, los mejores tenistas nacionales se pudieran medir a los mejores del mundo de su generación.
Se sugirió la creación de un centro nacional de tenis para que los jugadores que tuvieran la necesidad de entrenamiento lo pudieran utilizar, pues en este negocio se mezcla la preparación con la competencia y se puntualizo la necesidad de detectar a entrenadores jóvenes para educarlos y ponerlos en el camino de las promesas mexicanas.
Desafortunadamente por iniciativa de un directivo y de la que fue directora técnica se contrató a un argentino que prometió mejorar las condiciones del tenis mexicano argumentando que le llevó un tiempo muy razonable poner en el estrellato a jugadores de la talla de Guillermo Coria y David Nalbandian.
De tal forma que el dinero que pudo ser empleado para sostener un programa de giras fue empleado para un proyecto que no está bajo la subordinación de la FMT, aunado a que no se invirtió para mejorar un centro que es propiedad de la FMT.
Posteriormente se dijo que el directivo federado y el director de CONADE tuvieron un vinculo. Por todo lo expuesto les hemos dicho a los padres de los tenistas sobresalientes que se las ingenien para que sus hijos compitan en el extranjero.
La nueva gestión de la FMT lleva un año y es prematuro hacer un juicio. Sabemos que hay una buena relación con la CONADE y que el rector de dicha institución Alfredo Castillo sabe de tenis…