Cerca de las cuatro de la tarde recibí la noticia del fallecimiento de Poncho Ochoa, quien además de haber sido un amigo entrañable es parte de la historia del tenis mexicano porque en 1961 junto a Toño Palafox hizo semifinales en el dobles del Roland Garros.
Hay mucho que decir de este hombre, quien se llevó muchas vivencias que conectaban el tenis de la era dorada con el tenis de la era abierta porque rivalizó contra los mejores del mundo.
Con más de 80 años siguió generando empleos y su empresa es la encargada de darle mantenimientos a las sedes del Abierto Mexicano y el Abierto de Los Cabos.
Para su fortuna separo muy temprano para ver el Roland Garros y simplemente se quedó dormido.
Luego de haber compartido esta noticia en redes sociales, Nicolás Paramo cerca de las cuatro de la tarde no dio la mala noticia. Descanse en paz.
