Por Alejandro Álvarez Zenith
La batalla que sostuvo Novak Djokovic contra Juan Martín del Potro, fue la más importante por lo que representan estos jugadores y porque la final que protagonizó Sam Querrey contra Rafael Nadal no generó las jugadas espectaculares que un aficionado exigente quisiera haber visto.
Lo que si es cierto es que la batalla de Djokovic y Del Potro fue la más vista en una segunda ronda del Abierto Mexicano porque jugaron con estadio lleno, algo inédito en el historial de la justa. Y como Novak le traía ganas al che sacó su mejor tenis para ganar y la gente se emocionó.
Hay muchos partidos memorables en el historial del certamen, pero uno que tuvo mucho impacto se dio en los cuartos de final de la segunda edición, pues el inglés Mark Petchey tuvo todo para vencer al austriaco Thomas Muster, pero este le puso corazón para ganar el duelo por 7-6 (9), 4-6, 7-5, siendo uno de la siembra.
Si Petchey hubiera ganado esa batalla espectacular Muster no sería el único en acreditar un tetracampeonato de forma consecutiva.
Un servidor ha presenciado las XXIV ediciones puede constatar lo expuesto. Obviamente la segunda edición del Abierto Mexicano no tuvo el mismo impacto de la vigésima cuarta. Cabe decir que tanto Novak como Thomas fueron campeones mundiales.