Por Alejandro Álvarez Zenith
XXXII AÑOS SIRVIENDO AL TENIS MEXICANO
La posada de don Kiko se organizo con el fin de festejar a los empleados del Club Puerta de Hierro hace algunos años. Don Kiko comenzó haciéndose cargo de todos los gatos, pero paulatinamente se le fueron uniendo un grupo de usuarios bajo el concepto de TODOS PONEN.
Además de una suculenta comida la posada fue amenizada por mariachis, el clon de Juan Gabriel, conjuntos musicales sin ningún tipo de distinción, pues el que quería entrarle a la comida se tenía que formar de forma por demás democrática.
Pero este 2018 la posada de don Kiko tuvo un efecto de mucho sentimiento de los presentes porque para ese tiempo los propietarios del Puerta de Hierro fueron despidiendo a cada uno de los empleados porque se decidió cerrar las puertas porque subió demasiado el precio del metro cuadrado del terreno que 25 años atrás sirvió como gancho para la venta de centenares de lotes de alto costo.
No falto quien derramó lágrimas porque en el Puerta de Hierro se recordaron muchas vivencias, pues padres de familia vieron crecer a sus hijos. Muchos lograron cerrar negocios por el tipo de gente que se logró congregar. Y el último de tres profesionales Ramón Sevilla logró seguir la tradición con eventos de todo tipo que generaron mucho movimiento.
No falto quien mencionara a Juan Carlos Vázquez, organizador de la serie de Copa Davis México vs. Bahamas celebrada en 1998. Y la cachetada que le dio Leo Lavalle a Raúl Ramírez en 1997 al calor de un challenger porque lo dejó fuera de un duelo de supervivencia de grupo mundial que se perdió en septiembre de ese mismo año ante Alemania.
Llegó la noche, los mariachis callaron y paulatinamente cada uno de los presentes se fue despidiendo hasta que los trabajadores del anfitrión cerraron la puerta y así fue como ocurrió la última fiesta organizada por usuarios para los empleados. Posteriormente el club los despidió, pues entre empleados solo se acataron ordenes bajo una frase célebre: NO HAY NADA PERSONAL.
TENIS
LAS GRÁFICAS
