Por Alejandro Álvarez Zenith
El directivo de una federación lo primero que debe hacer es cuidar la imagen de la institución que representa con acciones congruentes y con pleno conocimiento de lo que puede llegar a hacer tanto en una negociación como en sus propias acciones.
Tradicionalmente se señala de corruptos a presidentes de federación y eso no es nuevo, es parte de una lamentable historia que va ligada a lo que espera un tenista de una federación y a lo que puede brindar una federación. Y para evitar esa percepción hay que transparentar lo más que se pueda la vitrina.
A la vez agarrar el toro por los cuernos y cuando se detecten señalamientos que no corresponden a la realidad demandar o sancionar en concordancia con un comité de honor y justicia, pues coloquialmente hablando el que calla otorga.
El manejo que se dio a la Copa Davis fue verdaderamente vergonzoso. De entrada un directivo federado debe conocer las reglas del juego para no ser chamaqueado. Esto lo decimos porque la ITF le concede las sedes de series de Copa Davis a las federaciones u asociaciones afiliadas, no a jugadores, ni a promotores.
Para ser específicos son los organismos oficiales los que ponen las reglas, no los jugadores, promotores, ni negociadores.
La FMT esta facultada para poner a un capitán e incluso a jugadores. Los organismos más civilizados dejan que el capitán forme su equipo, pero si un jugador no está en buenos términos con la institución puede ser marginado con la mano en la cintura como también ese tipo de situaciones por cuestiones de mala leche margina a los tenistas vulnerables.
De tal forma a los directivos de la FMT se les recomienda lo siguiente:
1.- Informar a los posibles miembros de una escuadra nacional las reglas del juego. En días actuales hay una garantía proveniente de la Copa Davis como evento para los jugadores y una partida para la sede que en este caso es la FMT.
2.- La FMT tiene la facultad de conceder la sede a un promotor y puede pedirle una cantidad y el promotor tiene que cumplir. Si el promotor suma patrocinadores que no choquen con los institucionales de la justa esta en la posibilidad de hacer un gran negocio sin la obligación de declarar a la opinión publica el monto de su ganancia.
3.- La FMT debe informar a la opinión publica que puede nombrar al capitán que sea compatible con la filosofía que maneja. Por eso nadie pudo impedir el nombramiento de Leo Lavalle guste o no.
4.- Para que nadie no se sienta ignorado se debe hacer una invitación publica a los jugadores que tengan el nivel para representar a México. También se les debe extender la invitación vía carta para dejar constancia de un hecho y no hacer victimas por un pésimo manejo de las relaciones publicas elementales.
El jugador tiene el derecho de aceptar o no la invitación en relación a los intereses que persiga, pues se vive en un país libre. Hay que dejar claro que las invitaciones se hacen con base en un ranking, pero cuando es muy baja la clasificación se puede echar mano de exponentes que a través de su experiencia pueden resolver. Eso ya lo ve el capitán en turno.
