La clase política en México es la que toma las decisiones de los rumbos a seguir, pero lo que está sucediendo con la carencia de agua pone de manifiesto la ineptitud de una pirámide que involucra a presidentes, en algunos casos gobernadores, presidentes municipales.
México tiene las condiciones para ser potencia, pero el hecho de que seamos los mayores consumidores de agua embotellada en el mundo nos indica que se rompieron las reglas ecológicas del medio ambiente y en consecuencia la contaminación ya está cobrando facturas.
El actual presidente de México fue jefe de gobierno en la Ciudad de México donde se vislumbra un grave problema de agua. Y como presidente no impulso en sus apariciones medidas para una mayor recaudación de agua utilizable con la misma intensidad que sus reformas (buenas o malas). Tampoco metió en cintura a los contaminadores industriales. De tal forma que la ineptitud es más que obvia en ese tema.
Y esa falla tan grave involucra a sus antecesores Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña por su falta de visión. Estos presidentes no supieron manejar bien las consecuencias negativas del tratado de libre comercio principalmente con Estados Unidos por que no hay en la actualidad la infraestructura para la excelencia en el manejo de desechos y muchos de estos van directo a los ríos.