Por Alejandro Álvarez Zenith
Cada vez que he tenido la oportunidad de charlar con tenistas, periodistas, aficionados, he dicho una y otra vez que el presidente de la FMT es honorable en toda la extensión de la palabra.
Además he reconocido que ha cumplido promesas de campaña interesantes e importantes que hacen actualmente posible que jugadores como Lucas Gómez tengan la certeza de jugársela en el tenis con el apoyo de personajes importantes surgidos de un fideicomiso que tiene el objetivo de apoyar a los tenistas mexicanos.
Para evaluar el desempeño de Gastón hay que separar las decisiones de Consejo Directivo con el actuar del presidente, pues hay temas políticos que han surgido por iniciativas propuestas por directivos en un ambiente democrático que han sido soportadas en las votaciones de los miembros del Consejo Directivo.
Bajo ese contexto la única crítica que tiene que reconocer don Gastón es respetar decisiones de miembros de su consejo, quienes tal vez se dieron tiempo por debajo de la mesa para empujar sus propuestas con una mayoría de votos, sin verse afectados en su imagen.
En los últimos años hemos estado alejados de la FMT, pero tengo claro que la contratación de empleados que están a cargo de las áreas importantes de la institución tiene la aprobación del Consejo Directivo.
Para emitir juicios hay que reconocer la parte positiva y señalar la parte negativa. Lo cierto es que la FMT a través de los clubes, asociaciones, promotores, profesores, tiene mucha vida. Y si hay personas que sacan agua para su molino tarde o temprano flotarán con mucha espuma.
