En la primera semana de investigación en torno al nuevo Consejo Directivo de la Federación Mexicana de Tenis (FMT), Mario Chávez, aprobó porque no se le detectó intereses en el medio que puedan provocar un mal proceder en las tomas de las decisiones colegiadas.
Chávez, no es padre de tenistas, no es propietario de academias, no vende productos deportivos, no es agente de tenistas profesionales.
Solo se le detecta ser presidente de la Asociación de Tenis de Nuevo León, una institución con finanzas sanas que está trabajando conjuntamente con el INDE para ofertar mejores condiciones a sus jugadores.
Mario de momento y si no se prostituye en alianzas con dirigentes con intereses puede ser un personaje importante en este administración considerando que se ha dado un borrón y cuenta nueva, es decir, tiene una segunda oportunidad que no debe desperdiciar porque en el medio todo se sabe, en otras palabras el excremento flota.
Su único interés al igual que todos los que aman al tenis debe ser que este deporte crezca y nos de satisfacciones a través de los jugadores. Si Mario incurre en acciones negativas probadas se le quitara el sello de calidad a la honestidad de un buen directivo.