Chiquito, pero picoso. Así se mostró el sudafricano Dean O’Brien en la última ronda de la calificación del San Luis Open, pues requirió de dos sets para imponerse al canadiense Pavel Krainik por 6-4, 6-4.
Dean le pega a la derecha a dos manos cuando quiere, pues también lo hace a una. Ese estilo llamó la atención de los críticos, pues hay que ser muy habilidoso para lograrlo.