En Monterrey, ciudad de asfalto ardiente y tenis con sabor a revancha, el Club Sonoma se convirtió este sábado en escenario de dos relatos paralelos que, como toda buena historia deportiva, se cruzarán en una final. Julia García y Daniela Martínez ganaron sus respectivas semifinales del Torneo Prequaly y este domingo 10 de agosto, a las 17:00 horas, disputarán el wildcard para el torneo de calificación del Abierto GNP Seguros 2025.
Primer acto: Julia García, dominio sin contemplaciones
La jornada abrió con la michoacana Julia García frente a la coreana regia Ga Hyun Song. Primer enfrentamiento, pero sin misterio: la balanza, desde el primer saque, cayó de un solo lado. García, que representa a la Universidad de Oklahoma, ganó su servicio inicial, quebró el de su rival y desde el fondo de la cancha controló cada punto como si el guion estuviera ya escrito.
Media hora después, el marcador del primer set era un 6-1 que sonaba a advertencia. El segundo parcial, con la misma intensidad y cero concesiones, se selló 6-0. Menos de 60 minutos para asegurar su segunda final consecutiva en este certamen, que ya ganó en 2024, y para seguir soñando con colarse otra vez en el cuadro principal del GNP Seguros.
Segundo acto: Daniela Martínez, juventud que no se intimida
En el siguiente duelo, la de Aguascalientes que juega por Nuevo León, Daniela Martínez, enfrentó a la experimentada Ana Karen Guadiana, favorita por historial y oficio. Guadiana empezó fuerte: quiebre, saque y ventaja. Pero ahí comenzó la remontada de Martínez, apenas 16 años, corazón de veterana.
Con temple y buen tino, se llevó el primer set 6-4, obligando a su rival a intentar, por segundo día consecutivo, una resurrección como la que tuvo ante Montserrat Temprana en la primera ronda. Esta vez no hubo milagro: Martínez cerró también el segundo set 6-4 y dejó fuera a una de las favoritas.
Epílogo
Este domingo, Julia García contra Daniela Martínez. Una con la autoridad del bicampeonato en la mira, la otra con la ilusión imparable de los 16 años. El wildcard en juego, las gradas listas y, de fondo, esa pregunta inevitable del deporte: ¿triunfará la experiencia o el descaro juvenil?