André Simm siempre ha jugado bien al tenis, pero lo sorprendente fue el hecho de que sin competir por más de una década logró llegar a la final de la Copa Héctor Ortiz desarrollando un tenis de excelencia que llamó la atención.
Para ser más claros el estilo y la clase de Simm no se le ve a cualquiera y sin duda posee el nivel para presentarse en el mundial del Club Reforma que es de grado A.