GOLPE DE REVÉS

 Alejandro Álvarez Zenith

Los que amamos el tenis, y más aún a México, sabemos que el verdadero juego se libra más allá de la cancha: en el compromiso, en la visión y en la voluntad de construir un futuro sólido para nuestros prospectos. Por eso, seguimos creyendo en los sueños que impulsan al deporte nacional.

En el año 2000, en un viaje al corazón de Chiapas, nació una idea luminosa en el Cañón del Sumidero: crear un Centro Nacional de Tenis que abriera oportunidades para el talento del sureste mexicano. Este sueño fue abrazado por figuras apasionadas como Enrique Robles y, Alejandro Robles Nucamendi, en la era presidencial de Francisco Maciel. Los Robles fueron quienes encendieron la chispa de un proyecto con verdadero espíritu de nación.

Gracias a ese impulso, y al apoyo decidido del entonces gobernador Pablo Salazar, se cedió a la Federación Mexicana de Tenis (FMT) un terreno que albergó un proyecto sin precedentes: un centro tenístico que se convirtió en el activo más valioso de la federación. Su potencial era y sigue siendo enorme, como semillero de talento y punto de encuentro para el tenis nacional.

Hoy, a pesar del paso del tiempo y las omisiones, no es momento de lamentos sino de acción positiva y voluntad colectiva. Chiapas y el sureste merecen una oportunidad real para integrarse al desarrollo deportivo del país. Con buena voluntad, diálogo y visión estratégica, podemos transformar lo que hoy parece olvidado aparentemente por directivos carentes de compromiso en un ejemplo de renacimiento deportivo y orgullo nacional.

Eventos como la reciente Copa Billie Jean King, celebrada en México con gran éxito en lo deportivo, demuestran que sí se puede cuando las jugadoras compitieron con honor. Imaginemos lo que sería posible si ese centro en Chiapas estuviera funcionando al 100%, con jóvenes entrenando, compitiendo y soñando en casa.

Sabemos que algunos miembros del consejo directivo de la FMT bien intencionados, pero al parecer carentes de voz y liderazgo han mostrado interés en revisar la situación del centro. Desde aquí, invitamos a todos los involucrados a retomar el proyecto con fuerza, transparencia y compromiso patriótico. México lo vale. Chiapas lo merece. Y el tenis nacional necesita ese impulso para seguir creciendo con orgullo.

Que esta sea la oportunidad para darle un verdadero golpe de revés al olvido y abrir paso a una etapa de reconstrucción y unidad, donde el talento mexicano florezca sin importar la región.

Porque cuando el tenis y México se encuentran, los sueños rebotan alto y fuerte.

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