El tenis mexicano vivió momentos de fiesta cuando Victoria Rodríguez conquistó una presea de plata en Juegos Panamericanos. Y junto a Marcela Zacarías sumó una segunda medalla en dobles, pero si nos enfocamos en el circuito profesional diremos que Victoria y Marcela hoy en día son las mejores y merecen respeto.

NÚMEROS DUROS

Con la incorporación de Giuliana Olmos y Nazari Urbina al circuito profesional mexicano subió a once el número de jugadoras con puntuación WTA, mientras que otros países como Rusia, cuyo clima no se presta para la práctica cotidiana del tenis durante los 365 días del año cuenta con un centenar de jugadoras con ranking, siendo la primera Maria Sharapova (2-WTA) y la última Alina Zorotareva (1211).

En este esquema Marcela Zacarías (211) si fuera rusa estaría situada en el lugar décimo sexto de la clasificación interna, lo cual no es nada malo porque se trata de una potencia hegemónica, pero lo sorprendente tiene que ver con el hecho de que la rusa Daría Gravilova, a quien Marcela venció en Wimbledon para menores de 18 años es la cuarta raqueta de su país y ya es 40 del mundo.

De enero a la fecha en México se ha invertido más de 800 mil dólares en la organización de 12 torneos femeniles, mientras que en Rusia solo se organizan seis.

Los rusos con Sharapova invierten más en la Copa Kremlin con 702 mil dólares, así como una justa de 50 mil, tres de 25 mil y una de 10 mil, dando un total de 837 mil billetes verdes.

Bajo este contexto es necesaria una reingeniería del tenis femenil mexicano a fin de potenciar el desempeño de las jugadoras en las 32 entidades federativas. Por lo menos debiera estar en el ranking WTA una jugadora por estado, es decir 31, más otra del Distrito Federal y de este modo se triplicaría el volumen y las posibilidades de éxito.

El rector de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), Alfredo Castillo tiene proyectada la construcción de centros de alto rendimientos en todo el país y suponemos que el tenis está considerado.

La ventaja que tiene México es el clima y además se cuenta con instalaciones en todo el territorio, por ello el nuevo presidente de la FMT debe pensar a partir de 2016 en una reingeniería para poner en marcha un programa que detecte y desarrolle a los talentos de cada entidad, potenciando la competencia interna y mejorando las condiciones de enseñanza y preparación.

La Federación Mexicana de Tenis, es propietaria de un Centro Tenístico en Chiapas, entonces un reto interesante sería producir una jugadora profesional sobre esas canchas.