Rafael Osuna es el tenista mexicano que acredita el cetro más importante dentro de lo que ahora se conoce como Grad Salms, pues lo que en ese entonces se conoció como el US National Singles Championships se convirtió en el US Open, porque a partir de 1968 se comenzaron a poner en juego bolsas en los comienzos de la era abierta del tenis.
Osuna quien falleció muy jovencito el 4 de junio de 1969 con 30 años venció en lo que fue el partido de mayor trascendencia de su vida en Forest Hills al estadounidense Frank Froheling III.
Días antes de fallecer Osuna practicaba tenis en el Club Reforma ubicado en el poblado de San Juan Totoltepec muy cerca de San Bartolo, municipio de Naucalpan. En esa época se llegaba desde el periférico en una carretera de dos carriles pegada al parque de Los Remedios.
El que escribe tuvo la fortuna de verlo cotra los australianos en el Deportivo Chapultepec del 23 al 25 de mayo de 1969 venciendo a Bill Bourey y Ray Ruffles. Catorce días después perdió la vida en un accidente.
Entre el 3 y el 7 de junio lo vimos entrenar por última ocasión en el Club Reforma con Alfredo Álvarez. Tenemos muy presente que usaba la cuerda constantemente para no enfriarse y bebía agua mineral durante la práctica.
Fue un ser humano amable, sencillo cuando lo tuvimos cerca, lo cual coincide con lo que llegó a decir de él por parte de Joaquín Loyo Mayo, quien también estuvo involucrado en la serie contra Australia al igual que Vicente Zarazúa en el punto de dobles.
Sobra decir que Osuna y Antonio Palafox llevaron a la escuadra mexicana de Copa Davis a la final en 1962. Ese mismo año conquistaron como pareja mexicana el Us Open y al año siguiente Wimbledon.
Si la tragedia no se le hubiera presentado el 15 de septiembre estaría cumpliendo 85 años de vida y tengan la seguridad de que en base a hechos la historia del tenis mexicano del 4 de junio del 69 a la fecha se hubiera contado muy diferente porque queda claro que hubiera sido capitán de Copa Davis y presidente de la FMT, una herencia que le toco a su hermano Miguel por ser OSUNA.