CUIDA A TUS HIJOS DEPORTISTAS
Por Jorge Bermejo García
¿Cual es la definición de un hijo: Los hijos son joyas que DIOS pone en tus manos, para que las cuides.
Los padres de familia pueden adorar a sus hijos, pero, en la mayoría de los casos, no tienen tiempo suficiente, sobre todo si ambos trabajan, para estar siempre con ellos y protegerlos, Los padres se preocupan mucho y atienden que los niños cumplan con sus obligaciones escolares y eso es muy bueno, pero se olvidan por completo de sus hijos en sus actividades deportivas, no deben considerar al deporte solamente como un espacio para el ocio. Esto hace que, en muchas ocasiones, los clubes deportivos se conviertan en guarderías, donde llevan a sus hijos a determinada hora y los recogen una o dos horas después, sin importarles que hicieron, ni como, ni con quien.
Los padres llegan con sus hijos a los clubes, o a los campos deportivos, y los dejan totalmente en manos de los entrenadores, a los que, por regla general, no conocen, ni saben de su capacidad como entrenadores, ni como personas.
Los padres que verdaderamente aman a sus hijos y desean para ellos lo mejor, deben interesarse en conocer en manos de quien dejan a sus hijos, recordar que haber sido buenos jugadores de determinado deporte, es una cosa, y saber enseñarlo es otra, y conocer que es un niño, biológicamente hablando, es todavía mas importante.
Un entrenador, debe ser también un EDUCADOR, sobre todo cuando trabajan con niños y adolescentes. Es un doble respeto, el niño que debe ser tratado en función de su dignidad, como hombre del futuro y no como niño actual, y el del maestro que debe ser, ante todo, un ejemplo, no sólo un profesor, sino un hombre mas allá de toda educación y en todos los niveles
Los entrenadores deportivos, en su gran mayoría, son personas que han jugado el deporte al que se dedican y han sido buenos jugadores, pero carecen de la preparación necesaria para ser maestros. Para ser entrenador de niños o adolescentes, se requiere una buena preparación académica, conocer las herramientas pedagógicas necesarias para trabajar con niños, conocimientos de sicología, de biología, para saber que es un niño como ente biológico, sus alcances, sus posibilidades, sus limitaciones. No puede uno dejar a sus hijos en manos de gente poco preparada, sabiendo que el deporte es parte muy importante de la educación integral de nuestros hijos. El deporte, bien llevado es salud, pero si no se sabe aplicar en el niño, cuidando que las cargas de trabajo y sicológicas estén adecuadas a su edad y peso, suele traer consecuencias graves, que no florecerán cuando es niño, sino cuando termina su desarrollo físico.
El deporte es la compensación natural del sedentarismo al que es sometido el niño durante sus horas escolares, o frente a la computadora o televisor situación que obliga a frenar su necesidad de actividad física (natural y normal para su edad) desde sus primeros años de vida.
La práctica deportiva en forma regular, aumenta la confianza en si mismos, mejora la disciplina. Fomenta valores que los chicos integrarán tarde o temprano a su vida adulta, y es el mejor medio para tener una vida sana y una extraordinaria herramienta en la utilización del tiempo libre. ¿se puede pedir más?
No hay que olvidar que hay algunos derechos que todo niño debe tener muy presentes y que nosotros los adultos deberíamos practicar con ellos todo el tiempo, he aquí algunos:
1.- Entretenerse y jugar. Tanto el deporte, como la actividad física deben ser divertidos. De hecho, muchos entrenadores utilizan el juego como un medio importante para el proceso de enseñanza-aprendizaje..
2.- Practicar el deporte de su propia elección. Cuando se es niño, es la mejor época para probar y conocer diferentes deportes, y escoger el que mas llame la atención de los pequeños, y no el que papá o mamá escogen para ellos.
3.- Ser protegido y entrenado por personas competentes. Todo atleta, sobre todo niños, merece un entrenador preparado, sensible y entregado con cariño a la profesión que ha escogido.
4.- Hacer entrenamientos apropiados al ritmo y posibilidades de cada niño.
5.- Competir con niños con las mismas posibilidades de éxito. Aunque el deporte es propiamente competitivo, es importante ubicar a cada chico, en la categoría, nivel, peso que le corresponde. No es conveniente adelantar a los niños en sus procesos técnicos-tácticos-pedagógicos.
6.-No ser solamente un campeón. El deporte no sólo se trata de hacer campeones, sino seres humanos mas completos, con valores y sentimientos positivos, que lo acerquen a una vida mejor.
7.- Tener pausas adecuadas de descanso. Lo que muchos entrenadores no quieren comprender, es que el descanso es parte del entrenamiento. Un deportista sobre entrenado está sometido a fatiga, agotamiento, estrés, propensión a lesiones e incluso marginación social y alejamiento del núcleo familiar.
Un papel clave en el desarrollo y en la formación de los pequeños atletas, lo cumplen los entrenadores deportivos, que a diario guían el proceso de aprendizaje y perfeccionamiento de los chicos, sin embargo, son los padres de familia quienes apoyan, motivan y vigilan, que cuenten con todo lo necesario para ello.
Aquí es donde pueden entrar muy bien los abuelos que tienen tiempo suficiente para acompañar a los nietos en todos sus entrenamientos. Es aconsejable que los abuelos, o los padres de familia platiquen con los entrenadores, de vez en cuando y le pregunten sobre sus hijos, sus alcances, sus debilidades, sus posibilidades, sus caracteres, sobre su personalidad, etc. Con esos cuestionarios se podrán dar cuenta de que clase de persona es a quien le confían a sus mayores tesoros, sus hijos.
EL PROCESO EDUCATIVO
Consiste en dar a un ser humano una forma de vida conforme a su estructura personal y basada en los valores espirituales. La acción pedagógica requiere, al menos en los principios, a un intermediario que introduzca, al ser en formación, en este mundo de los valores o de los bienes culturales y espirituales. Comprende tres factores principales: el objeto pedagógico (el niño), los medios (los bienes culturales, etc.) y el sujeto (el educador).
La acción educativa es capaz de producir una diversidad de propósitos en un individuo, pero busca establecer, principalmente, una cohesión entre los intereses, procurar despertar un gusto motor por una actividad en vista de un fin superior. Lo importante en el proceso educativo, es que los proyectos se organicen bastante pronto, en torno de un pequeño grupo de intereses y objetivos predominantes. La acción educativa debe preparar al individuo para la educación autónoma, el educador no debe perder de vista dicho fin.
El entrenador, para cumplir bien con su trabajo, debe tener presentes varios conceptos;
- no determinar nunca la acción pedagógica únicamente de acuerdo con un aspecto particular, sino siempre según la constitución global de la personalidad en potencia de su discípulo.
- B) No destruir la confianza del alumno en si mismo, llevarlo a dominar severamente su modo de actuar.
- La mejor manera de preparar al niño para el porvenir, es trabajar por satisfacer sus necesidades de desarrollo actuales.
- Desarrollar en el, su sentido de autoridad, cultivando el sentimiento de respeto.
- En cuanto sea posible, dejar a su discípulo determinar su conducta y hacer una elección prudente, el educador debe saber clasificar el principio de autoridad y el de la libertad.
Debe existir una relación indisociable entre el entrenador y el alumno.
Los padres, o los abuelos, en su caso, deben vigilar que todo esto suceda, sobre todo, que nunca se pierda el respeto mutuo, ya que tanto el alumno debe respetar a su entrenador, como éste al alumno. Sólo así se puede realizar la enseñanza-aprendizaje.
LA PRACTICA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA Y DEL DEPORTE ES UN DERECHO HUMANO FUNDAMENTAL.
El deporte es una filosofía de vida, que exalta y combina en un conjunto armónico las cualidades del cuerpo, la voluntad y el espíritu. Al combinar el deporte con la cultura y la educación, se crea un estilo de vida basado en la alegría del esfuerzo, el valor educativo del buen ejemplo y el respeto por los principios éticos fundamentales.
Los niños tienen una necesidad inherente de actividad física y normalmente participan, de manera espontánea, en la interacción deportiva, muchas veces en la calle o en un jardín. El deporte se considera de vital importancia como medio de mejorar la coordinación neuromuscular, la destreza física y el comportamiento organizado en la sociedad, por ello, la educación física y el deporte son una parte IMPORTANTÍSIMA para la educación integral de las personas.
No hay duda de que el deporte, si se practica bien, es una de las actividades que mas favorecen al desarrollo físico y mental del niño y de la niña.
La historia demuestra que los deportes pueden sacar a la luz, lo mejor y lo peor de los seres humanos. No debemos poner en tela de juicio los muchos aspectos positivos que, para niños y adolescentes, tiene la práctica deportiva. Pero, cuando el niño no es adecuadamente guiado en su actividad deportiva por los adultos, los deportes pueden entrar en el terreno del fraude, la trampa, el abuso y la explotación.
Cabe la pregunta; ¿la realidad de los deportes competitivos se ajusta siempre a los auténticos intereses de los niños? ¿no estarán ciertos adultos ignorantes y habilitados como entrenadores, poniendo en peligro los derechos de los niños, en cuanto a seres humanos, por su ambición y sus mentes estrechas?.
Con demasiada frecuencia, el gran interés público por los deportes de competencia distorsiona su realidad. De hecho, en muchos deportes populares que exigen un gran esfuerzo a quienes lo practican, como la gimnasia, el futbol , el futbol americano,, el béisbol, la natación, el basquetbol, el tenis, etc.; los niños son obligados a llevar a cabo programas de entrenamiento intensivo a partir de edades tempranas, entre los seis y ocho años, generalmente.
¿Será bueno para la salud de unos atletas tan jóvenes, entrenarse tres o cuatro horas diarias? Muchos entrenadores siguen mirando a los atletas infantiles, como minas de oro, o como instrumentos para sus triunfos particulares, o como si fueran adultos, pero los niños no son adultos en miniatura, sino que, por su misma naturaleza, se encuentran en un estado de desarrollo físico y sicológico permanente y, por lo tanto, resultan a menudo muy vulnerables. Todo programa de adiestramiento intensivo, tanto en el ámbito del deporte, como en el arte o la educación, o cualquier otra actividad, debería respetar el reloj biológico del niño.
Los niños que realizan entrenamientos intensivos pueden sufrir también los malos tratos verbales y/o mentales de sus entrenadores. Sabemos que algunos entrenadores utilizan el insulto y otras formas de humillación para provocar enfados que, desde su punto de vista, actúan como elementos fuertemente motivadores para los atletas. También culpan a los árbitros por sus fracasos y los insultan abiertamente y muchas otras provocan en el niño deseos de lastimar físicamente, a alguno de sus oponentes.
Cuando los padres, o bien los abuelos, vean acciones de esta naturaleza, de inmediato deben presentar su queja, ante quien corresponda, y los clubes y las escuelas deben poner mucha atención a dichas demandas y buscar el remedio a tiempo.
El problema de fondo es que niños y adultos, no comparten necesariamente los mismos factores de motivación. Si bien a los padres, representantes y entrenadores, con frecuencia sólo les preocupa la victoria, los niños, pero también los adolescentes, pueden tener otros factores de motivación. Para un niño pequeño, entre 9 y 11 años de edad, lo esencial es jugar, y participar en la actividad de que se trate. La mayoría de los estudios muestran que alrededor de un 90% de los niños de esa edad, prefieren jugar con un equipo perdedor, que ganar sentados en el banquillo de los suplentes.
No hay que olvidar que los requisitos para la obtención de los mejores resultados a largo plazo, para un niño que practica deporte, son, en lo inmediato, la alegría y el placer del juego. Numerosas investigaciones han revelado que, entre las razones de abandono del deporte, la presión ejercida por los propios padres, ocupa un lugar destacado. Los padres desempeñan el papel de iniciadores en el deporte, pero al mismo tiempo, son los únicos responsables de que, alegría y tristeza sean sinónimos de victoria y derrota en el proceso mental de un niño.
No hay que arrebatar al niño su naturaleza de niño, y es preciso dejar que se labre sus recuerdos de infancia, en lugar de encontrarse muy rápido, en el duro mundo de los adultos. En pocas palabras, no hay que darle demasiado pronto responsabilidades de adulto. Pero mas grave todavía es la situación en la que a veces un entrenador, poco escrupuloso, hace de su joven discípulo, una verdadera marioneta, un ser mecánico e hipnotizado, a la espera de órdenes y directivas. En este caso el entrenador ha generado un producto, una “cosa” que no puede desarrollarse, ni hacer gala de imaginación, ni de iniciativa, acostumbrarse a ser mandado y a recibir órdenes para poder actuar. En el futbol americano infantil es donde mas sucede esto en nuestro país, hacen de este deporte una actividad para robots, que no piensan, ni tienen creatividad y menos iniciativa. En el futbol americano infantil, absolutamente todas las jugadas las manda el entrenador. Ayudemos al niño, apoyémosle compartiendo su responsabilidad, pero dejemos que su personalidad se desarrolle y florezca. Hay que recordar que el deporte es la escuela de la vida y que, un niño que ha sido entrenado, y en este caso, podríamos decir, educado en esas condiciones, será un adulto sin iniciativa, sin creatividad y siempre un subordinado, esperando siempre órdenes superiores.
En términos generales, el deporte es una maravillosa actividad para el desarrollo del niño, algo que, inexplicablemente, la Secretaría de Educación Pública de este país, no ha acabado de entender y ha pretendido alejar el deporte de las escuelas, cuando la SEP, es la primera que debe promover el deporte y la educación física y contrarrestar así la tendencia actual a la desaparición de los deportes en los programas escolares y universitarios.
Esta actitud de nuestras autoridades educativas, puede tener importantes consecuencias para la educación global de los jóvenes, pues el deporte y la actividad física, ocupan un lugar de primer orden en la educación, ya que apoyan a la formación de la persona y a su realización física y mental.
Los deportes son un maravilloso instrumento educativo para los niños, cuando se enseñan y se practican de un modo adecuado. Dentro del desarrollo humano, hay infinidad de elementos que se conjugan e interactúan para que se logre un desarrollo integral; de entre estos elementos es importante resaltar la EDUCACION DEPORTIVA.
La educación deportiva es un concepto formal que debe encuadrarse en las ciencias de la educación, por tanto, su primera condición es el rigor científico al cual debe someterse todo factor constitutivo de la materia deportiva; establecer la relación entre las exigencias del deporte y la comprobada capacidad del educando, para tolerarlas, sin que éstas se contraindiquen, al normal desarrollo de todas sus potencialidades, es en si, la primera regla universal a observar.
Educación deportiva, no es solamente la práctica deportiva, sino todos los aspectos que ésta abarca, como: el acceso a normas y valores universales, elementos culturales diversos, hábitos y actitudes que mediante ésta se pueden desarrollar. El deporte será educativo en tanto se conserve su calidad lúdica, su espontaneidad y su poder de iniciativa. El perfeccionamiento técnico, característico de la actividad deportiva, posee valores propios, pero también limitantes; aunque es un principio provechoso, éste puede anular la espontaneidad y el poder de expresividad, de creatividad y de afirmación personal del individuo.
Los centros escolares actuales, ya eliminaron al deporte, sólo tienen la educación física, entre sus materias, no es malo, ya que según algunos estudiosos del desarrollo, afirman que ejercer la práctica deportiva propiamente dicha, desde las primeras etapas de la vida, no es conveniente, debido a que el niño pequeño, aún no posee la madurez neuromuscular y biológica general, suficiente, por ello, se sugiere realizar como antecedente indispensable para el deporte, una buena estimulación física perceptiva, de la cual, la Educación Física, puesta en práctica, sistemáticamente se hace responsable.
Por lo tanto, se afirma que la educación física es necesaria hasta tercero de primaria, y después meter la iniciación deportiva, aunque los propios médicos no se han puesto de acuerdo en la edad en que los niños deben empezar a hacer deporte, SE CREE QUE LA PRACTICA DEPORTIVA DEBE COMENZAR A PARTIR DE LOS NUEVE AÑOS . Hay algunas disciplinas, como la natación que la pueden iniciar a mas temprana edad.
La edad de iniciación deportiva no es una regla general, dado que cada niño tiene su propio nivel de desarrollo, que sólo se puede precisar mediante una valoración médico-fisiológica y síquico-pedagógica del niño, basado tanto en los resultados de las valoraciones antes mencionadas, como en la experiencia práctica del profesor o entrenador encargado de este proceso. Lo que para un niño en edad cronológica de 10 años es una carga excesiva o inadecuada, para otro, de la misma edad, puede ser insuficiente.
Hay dos cosas muy importantes que la SEP no debe olvidar: que el hombre sólo puede modificarse a través del niño y que una sociedad que prescinde de su juventud, se autodestruye.
La segunda es: que debe poner mucho cuidado al contratar a sus entrenadores, o maestros de deporte, ya que las perversiones de la competencia, la ignorancia y especialmente, la práctica del entrenamiento intensivo, pueden convertir las excelencias del deporte en violaciones de los derechos humanos.
LAS ESCUELAS DEBEN ORGANIZARSE EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE, COMO COMUNIDAD DE TRABAJO, DONDE MAESTROS DE DEPORTES Y ALUMNOS, ESTEN UNIDOS PARA REALIZAR UNA OBRA EN COMUN, ENTONCES TENDRÁ VERDADERAMENTE, UNA ESTRUCTURA SOCIAL Y SERÁ ELLA MISMA UN BIEN CULTURAL.
DIOS TE DIO UN HIJO, DALE GRACIAS, ¡PERO CUÍDALO¡ EN TODAS LAS ACTIVIDADES DE SU VIDA.