El número de tenistas de competencia en México es muy bajo. Esto se fundamenta porque en un draw de 32 jugadores del circuito varonil de la FMT sólo aparecen tres jugadores nacionales, mientras que en una justa similar en Estados Unidos se detectan a ocho extranjeros y 24 estadounidenses.
De las 32 entidades integradas a la república mexicana en días actuales solo se detectan a exponentes con ranking ATP esta semana: Jalisco, Bajacalifornia, Sinaloa y San Luis Potosí.
En la Ciudad de México no existen actualmente jugadores con una clasificación ATP, lo cual es grave. Lo mismo sucede en el Estado de México, Nuevo León, Querétaro, Guanajuato, donde se concentran cantidades importantes de clubes y tenistas en general.
Adicional en el Valle de México se desplomaron los grandes eventos tenísticos. El glorioso Centro Deportivo Chapultepec dejó de organizar el Abierto Juvenil Mexicano y se comenta que por lo menos este año tampoco será sede de un challenger.
Referente a los entrenadores la mayoría labora en una zona de confort. Sobran dedos para contar a los que se dedican al alto rendimiento o que se la juegan con un jugador. De los pocos que laboraban en este terreno varios perdieron el ánimo desde la pasada administración cuando se condicionaba el apoyo solo a los prospectos que se integraban a un proyecto.
Se reitera que los clubes de tenis ya son polideportivos y muchos tienen al frente a dirigentes que no tienen conocimiento tenístico y lejos de fomentar el alto rendimiento solo se enfocan en la parte social en algunos casos con programas malos.
Irónicamente la FMT actualmente ofrece un circuito de 24 torneos, en los que se pueden desarrollar los tenistas mexicanos a nivel del mar a precio bajo en el orden internacional y porque se puede echar mano de varias alternativas para bajar costos.
El Consejo Directivo de la FMT tiene la oportunidad de oro de darle forma al circuito para recuperar la población de entrenadores y jugadores competitivos.