Por Alejandro Álvarez Zenith
El ambiente que se vive en la Copa Héctor Ortiz es formidable por no decir maravilloso. Los veteranos compiten en un entorno excelente y se da una convivencia sui generis.
Se tiene que reconocer la labor de Armando Trigo, un hombre terco, pero muy efectivo que ha logrado seguir adelante en la misión de organizar torneos con el toque que deja más de una década de experiencia.
Trigo se lleva bien con los tenistas y es mejor tenerlo contento que inquieto porque a final de cuentas hace tenis y eso es lo que importa.