Por Alejandro Álvarez Zenith
El mejor tenista de todos los tiempos que es Raúl Ramírez ganador de 19 torneos de singles ATP, más 60 de dobles, terminando en 1976 como el cuarto singlista y primer doblista del mundo me dijo que para que el tenis mexicano mejorara había que poner atención en el ranking.
De ese razonamiento me surgió la idea de buscar apoyo para darle vida a un reto que generara conciencia del tiempo que pierden jugadores que posiblemente no hacen lo correcto con el sueño de ser triunfadores en el mundo del tenis.
Lo primero que entendí es que el medio del tenis se puede definir como social porque esa es la mentalidad de los clubes, pues su objetivo es cobrar cuotas de mantenimiento y tener contentos a los que pagan. Y ahora como se convirtieron en polideportivos es más complicado.
En la década de los años ochenta comencé a recorrer el mundo y vi como en Florida Nick Bollettieri le dio fuerza al concepto de academia, aunque siempre han existido de diferentes formas, luego cuando recorrí Sudamérica me di cuenta que en Argentina, luego del surgimiento de Vilas muchos entrenadores apostaron al tenis de competencia y sin clubes como los que hay en México se las ingeniaron para desarrollar jugadores y eso hizo posible que fueran requeridos en varios países al grado de que la campeona mundial de origen belga Justin Hennin su entrenador fue de nacionalidad argentina.
En México son pocos los entrenadores que suenan, en el pasado tuvo mucho peso Esteban Reyes y hoy lo tiene por el impacto que ha causado Rodrigo Pacheco el capitalino Alain Lemaitre, pero al ver que Pacheco es uno del mundo y el dos de México esta más abajo del 240 entendí que es necesario motivar a más entrenadores para que la posibilidad de que surjan más tenistas tengan más opciones.
Esto lo digo porque se puede sacar tenistas desde Tijuana hasta Mérida con identidad propia. Fue entonces como nació la idea de darle vida a un reto para despertar a un medio que produce poco y exige mucho, dejando claro que en el tema de competencia es el jugador y el entrenador el que hace la diferencia en el entendido que las asociaciones y federación ponen el calendario y el jugador es el que lo aprovecha.
De tal forma que busque a Juan Hernández y al aceptar se sumaron en automático Norberto Mantiñan y Luis Flores. Sergio Aranzeta se unió de chiripa y se juntó para lograr el fin de reunir un millón. Sabemos que en México hay personajes que también apoyan directamente a jugadores, pero nuestro objetivo es despertar al medio para que se entienda más al tenis.
El reto Top 5 ITF ha sonado a lo largo ancho del país. En los comentarios detectamos a quienes no les parece nada, también a los de ultra derecha o izquierda que no se tientan para atacar, a los moderados y positivos. En la democracia caben todos y los comentarios se quedan ahí, incluso de los que esconden la cara con nombre falso y que sistemáticamente desacreditan a la FMT en una guerra de poder que ya empezó.
El reto Top 5 esta vigente, pero sin que esto de momento sea un compromiso se puede modificar para darle un valor estimado al ranking, pues créanme que en México cuando eres top 240 de algo no se consigue mucho. El caso de Pacheco es diferente porque desde los 10 años se noto que era diferente y de eso no me dejará mentir su señor abuelo y gracias a la iniciativa de Lemaitre se consiguieron apoyos y se le dio seguimiento al entrenamiento.
Para comenzar a determinar la demanda y oferta de patrocinios para mexicanos suena interesante en base al millón que ya se tiene para un fin darle valor al ranking bajando de cinco en cinco a la mitad el monto total de lo que se tiene.
Si al que llegara al top 5 se le da un millón de pesos al que ocupe el diez se le puede premiar con 500 mil, al que llegue al 15 ITF con 250, al que este de 20 del mundo 125 mil. Luego al top 25 62 mil 500, al numero 30 un premio de 31 mil 250 y así hasta que se agote esta fórmula. Se aclara que solo se le pagaría al que llegue más alto de ambas ramas y si hay empate se divide porque ratificamos que solo por lo pronto hay un millón.