El Nacional Abierto pone en juego una bolsa de un millón de pesos, en consecuencia se podría considerar como un challenger, pero exclusivo para tenistas mexicanos, siendo los invitados aquellos que ya cuentan con un IFE, es decir, nacionalizados y el más emblemático es Lázaro Navarro, quien ya es parte de nuestra realidad.
En los nacionales puede pasar cualquier cosa porque hay tenistas que no están activos en el ATP, pero que tienen el tenis para ganarle a cualquiera en una semana inspirada. Dentro del elenco actual se destaca a Alejandro Hernández, quien llegó a ser uno de México antes de la naturalización de Ernesto Escobedo.
También detectamos a Alan Rubio a quien el sistema le debe porque ha sido fiel a los llamados a Copa Davis, pero como no arma panchos le han pagado poco en comparación con el resto y eso podría convertirse en un tema polémico cuando se trata de la defensa justa y equitativa de los intereses de los jugadores.
En fín el torno pinta bien y estará en la mira de muchos porque se trata del NACIONAL ABIERTO un torneo que al estilo de Tarzán ha sostenido Javier Gaitán, presidente de la AMTP cambiando de arboles.