Cuando se comenzó a vender en México la firma Head no era conocida. Jugadores como Arthur Ashe, quien fue emblemático para esa firma jugaba con otra marca. Fue Rodrigo García, quien la dio a conocer.
Babolat llegó a México vía la familia Curuchet de origen galo. Se comenzó a vender cuerda y paulatinamente se fueron incluyendo todo tipo de accesorios que van desde zapatos tenis, playeras hasta las populares raquetas que tuvieron su punto alto con Rafael Nadal.
Philippe Curuchet ha tenido la visión de sostener la franquicia y sin duda Babolat es él, por lo menos en nuestro país. No imaginamos esa marca tan emblemática hoy en día sin este hombre, quien se distingue por ser serio y cumplido en los compromisos que se echa encima.
Por Philippe se formalizó la relación de Giuliana Olmos y Babolat.
Hoy en día Manolo Gómez está tratando de posesionar a Dunlop en el mercado mexicano. Esta marca fue muy fuerte en los años sesenta en México porque era la competencia de Wilson en un mercado muy pequeño.