La secundaria tenística es esencial para que él o la jugadora encaminen el esquema de juego que manejan rumbo a la competencia internacional.
Una de las ventajas que se pueden aprovechar es poder competir a nivel del mar en el circuito de Cancún o en ciudades como Veracruz y Yucatán porque la FMT les concedió sedes.
En Cancún un infante avanzado o un juvenil pueden enfrentar a oponentes de nivel combinando, es decir, justas para menores de 18 años duelos contra similares y profesionales con puntaje ITF y ATP-WTA con oponentes de mayor experiencia. Esto lo hizo Lya Fernández.
Uno de los problemas que vivieron generaciones pasadas tiene que ver con el hecho de que la mayor parte de los torneos se congregaron en ciudades altas. Y los pocos que podían concursar en justas ITF-ATP o WTA tenían que jugar la mayor parte de una temporada fuera de México y la inversión fue muy elevada porque el tenis es caro.
Hoy en día en México se cuenta con una gira equivalente a Cosat que iniciaba en Venezuela y concluía en Brasil con un total de 10 etapas. Si bien es cierto que concursaron buenos jugadores europeos como Goran Ivanisevic en los años ochenta, la mayor parte de esa generación buscaba los cetros en Europa o Estados Unidos.
El esquema mexicano fue posible porque un empresario invirtió en el universo de la FMT en lugar de hacerlo en ATP o WTA donde tendría menos inconvenientes para desarrollar su proyecto. En este esquema el inversionista puso en riesgo casi un millón de dólares solo en bolsa de 59 futures, más el costo de la estructura y los directivos de la FMT le pusieron las reglas porque son el contacto oficial de la ITF.
En 2019 llamó la atención que México con el circuito Cancún congrego el 12 por ciento del tenis mundial y en consecuencia la presencia de directivos mexicanos tuvo más influencia y la ITF recompenso con mayores apoyos y más torneos, sin que, se diera hasta ahora un reconocimiento al empresario.
Y este fenómeno se puede dar con empresarios que no reconocen el por qué se encuentran en esta posición y proceden de la misma forma de los dirigentes con sus aliados de arranque. La ley del Karma se hace presente.
Para ser más específicos La Ley del karma es aquella ley que ajusta el efecto a su causa, es decir, todo lo bueno o malo que hemos hecho en la vida nos traerá consecuencias buenas o malas mientras respiremos.
Pero lo importante de esta iniciativa abre la oportunidad de que un entrenador pueda desarrollar al máximo su capacidad para el manejo de un jugador a bajo costo y en condiciones completamente favorables porque la falta de roce, la altura, los costos elevados de viaje ya no son un impedimento para que un tenista mexicano se forme, acumule puntos y cuando llegue el momento tenga el chance de buscar la gloria en las justas más importantes del mundo.
Esa fórmula excluye al directivo del SONADO CUESTIONAMIENTO del por qué no contamos en singles con top 100, porque en dobles nuestros jugadores son notables. De tal forma que ahora si la responsabilidad recae en el jugador y el entrenador porque el circuito mexicano brinda la oportunidad de sacar jugadores bien posicionados en las clasificaciones.
Para cerrar el círculo en esta parte fundamental del tenis mexicano la FMT debe programar concentraciones para jugadores antes del arranque de un bloque de torneos ITF o de puntuación ATP-WTA.
Se abre la convocatoria por dar un ejemplo para 20 jugadores y si los primeros 10 no acuden se le da cabida 11 número once y restantes que acepten. Tal vez de ahí surja un jugador que pusiese tener potencial, pero que no se ha desarrollado con el orden mínimo de trabajo.
En fin solo hay que darle forma a lo que ya se tiene para poder seguir creciendo.