El zurdo Rafael Nadal desde 2005 ha sido una figura inobjetable del tenis mundial. 13 años después es el uno del mundo y no ha aparecido un tenista de generaciones recientes que le pueda desplazar en los grandes torneos.
Es cierto que ha tenido derrotas escandalosas, pero se repone y como el ave fénix resurge de sus cenizas y ahora en cancha dura le dio una clase al griego Stefanos Tsitsipas en Canadá por 6-2, 7-6 (4) y se alzó con el cetro. Buen síntoma previo al US OPEN.