En la Federación Mexicana de Tenis, presidentes, directivos y trepadores van y vienen. Pero dentro de la institución existen empleados especializados en los puntos finos que se ven en el diario acontecer del tenis mexicano.
Una empleada que debió ser nombrada directora técnica es Erika Carvajal, empero, ha logrado sobrevivir manejando un bajo perfil con una firme vocación de servicio, sin que esto signifique caer en el servilismo.
Esta mujer ha sido quien ha enseñado a los que han sido nombrados directores o directoras técnicas. Esta mujer es la que sabe lo que tiene que hacerse y otros vivales son los que quedan bien con su conocimiento.
Deseamos que el nuevo Consejo Directivo de la Institución que entrará en funciones semanas después de la celebración de la serie de Copa Davis valore el trabajo que ha desempeñado esta mujer, a quien aprendimos a respetar con el paso de los años.